Hermano mayor de Amado, había nacido en Larraga el 14 de enero de 1899. Se casó en San Lorenzo de Pamplona el 22 de diciembre de 1929, con Jesusa Urriza Jiménez. Tuvieron una hija, Carmen Ascensión, que había cumplido 5 años cuando mataron a su padre. Precisamente, el oficiante de la boda fue el famoso canónigo Alejo Eleta, miembro importante de la Federación Agro-Social de Navarra, quien se destacó también por su labor protectora de varios de los perseguidos por los golpistas, como Gregorio Angulo (PSOE), Bienvenido Cilveti (STV) y otros.
Félix, como su hermano Amado, era labrador propietario y militaba en Izquierda Republicana. Tenía trilladora y un trujal. Como se puede leer en la reseña de la boda, también aparece como comerciante.
Fue apresado y encarcelado en Pamplona nada más comenzar el Alzamiento, el 20 de julio de 1936, siendo asesinado en Ibero el 26 de octubre del mismo año con 37 años. Aparece entre los confesados en la relación parroquial.
Un testimonio de 1978 nos da detalles sobre su muerte:
«Nos dijeron que es el primer enterrado. Les llamó la atención el traje tan elegante y nuevo que llevaba. Un señor de Ibero contó hace tiempo a uno de aquí que, cuando fueron a fusilarles, uno se adelantó y dio 5.000 pesetas para que le celebraran un funeral. Entonces otro señor, de pelo canoso, cogió el dinero y aquí no se vieron ni funeral ni pesetas»
Lucas Ochoa Hierro
Según los testimonios recogidos en Larraga por Altaffaylla, Lucas era el hermano mayor y, sin duda alguna, el más conocido de todos. Fue un pianista destacado, alumno de Joaquín Larregla, que desarrolló su carrera principalmente en Madrid con frecuentes actuaciones en Navarra. Se había casado en 1932 con Ramona Goicoechea, siendo padres de una niña. Según parece, era también militante de Izquierda Republicana, al igual que sus hermanos. No sabemos si sufrió algún tipo de represalias pero lo cierto es que prosiguió su carrera musical tras la contienda, participando en numerosos conciertos.
Hubo un hecho muy importante que contribuyó a aumentar la fama del pianista larragués. Se trata del atentado que en abril de 1913, sufrió Alfonso XIII durante los festejos de la jura de bandera. Según la prensa de la época, solo hay una foto del momento en que el anarquista Rafael Sancho Alegre dispara contra el rey y su autor fue Lucas Ochoa.
Otro testigo, en las mismas fechas, declaró que a unos familiares les obligaron «a limpiar el pozo de los hermanos Ochoa porque decían que adentro tenían
escondidas bombas de mano».
También Félix escribió varias cartas a su familia, especialmente a su esposa Jesusa Urriza.
En su tardía inscripción de defunción (1946), a solicitud de su madre Emilia, testificaron Bienvenido Sanz Merino y Domingo Autor Merino.